miércoles, 9 de mayo de 2007

CASI MUERTO

Casi muerto, ¿has escuchado esta expresión? Jonás pronuncio esto, en el capitulo 2 del libro de Jonás tenemos la oración que hizo después de haber sido tirado al mar en medio de una feroz tormenta, esta oración a tocado mi corazón, pues nos deja ver cuan desesperado, desahuciado estaba este hombre, y también el en esta oración nos relata como Dios le responde con misericordia y perdón.
Una de las cosas que hemos de notar en esta oración, es que la ayuda de Dios no vino cuando el con sus propias fuerzas luchaba por mantenerse a flote, la ayuda de Dios vino cuando el estaba tocando el fondo del mar. (Jonás 2: 5)

Me había hundido por completo,
El mar me cubría todo,
Y las algas se enredaban en mi cabeza
(Jonás 2. 5)

Hundido por completo que fuerte es esta expresión, si pudiéramos imaginarnos esta escena que impactante que sería, muchos vimos la película Titanic y quedamos impresionados cuando la gente caía en la mar, algunos habrán derramado alguna lagrima cuando Di Caprio se hunde y se pierde en el fondo; pues esto es lo que experimento Job, dicen los que saben, que el mar es frió y oscuro en lo profundo, pues a ese lugar descendió, por que todas sus fuerzas se habían acabado, el estaba hundido por completo.
¿Que esperanza de salvarse crees que tenia, a quien podía en ese abismo pedir ayuda, quien escucharía si el gritaba, quien le contemplaría si el lloraba?
Pero se dice que en ese abismo el clamo, el oro

Cuando yo estaba sin fuerzas,
Me acorde de ti, y oré.
(Jonás 2. 7)

Te identificas en algo hasta aquí con Jonás, ¿te has sentido hundido en el mar de la vida?, ¿los problemas te han sobrepasado, has perdido toda esperanza de salvación?, ¿te sientes solo, sin que nadie vea tus lagrimas y tu pesar?
Jonás nos dice que el sentía como que ya Dios no lo quería

Llegue a pensar que no me querías
(Jonás 2. 4)

Has pensado así, pues yo sí, quien piensa así es por que siente que Dios no oye sus oraciones, se piensa olvidado de Dios, ve que los cielos arriba de si mismo son de bronce, quien pasa por tales experiencias , piensa que ya Dios no le quiere.

Pero Jonás nos cuenta que Dios le ayudo cuando estaba sufriendo, que Dios le salvo, que Dios escucho su oración.

Cuando estaba sufriendo
Tu, mi Dios me ayudaste.
Cuando estaba casi muerto,
Pedí ayuda y me la diste

CREI que ya NUNCA SALDRIA,
Del fondo del mar.
Pero tu, Dios mío
Me salvaste la vida.
(Jonás 2. 2, 6)


Puedo ver, para gozo y paz de nuestra alma, que los propósitos de Dios con nuestra vida son inalterables; que lo que el ha designado para nosotros, SUCEDERA, a pesar de ti, de lo que hagas o no, de cuan lejos quieras escapar, o lo equivocado que estés, el te conoce y conoce tu corazón, el ve mucho mas allá de lo que tu puedes ver por ti mismo y sobre tus caminos.
Sin embargo Jonás tuvo que reconocer su error, se tuvo que arrepentir, cuando entendió que su condición se debía solo por que el había desobedecido a Dios, había sido rebelde con el encargo que Dios le había echo, cuando el se arrepintió y se comprometió renovando su voto de cumplir las promesas echas a Dios, Dios envió a que el pez adonde el estaba, le arrojara, a la orilla del mar.

Cumpliré la promesa que te hice
Porque solo tú puedes salvar
Por fin, Dios le ordeno al pez
Arroja a Jonás en la orilla del mar
(Jonás 2. 9 - 10)

Que alivio y gratitud debe de haber sentido Jonás cuando sus pies pisaron tierra firme, de lo profundo del mar, del frió del abismo a tierra firme, al sol de la mañana, Dios había dado la orden al gran pez ¡ARROJA A JONAS! Que Dios ordene pronto a lo que nos tiene en prisiones o a las situaciones que nos tiene atrapados que nos suelten y que nos liberten, por nuestro lado, Dios, nos arrepentimos de nuestros pecados y de nuestros errores y determinaciones equivocadas y renovamos, y nos comprometemos a cumplir nuestras promesas, ¡Libéranos Dios!. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario