sábado, 28 de abril de 2007

Deleitate en el Señor

En Isaias 58.14 verso 13-14 dice así
Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,
entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.
Aquí hace referencia al día de reposo pero el concepto que es lo que quiero remarcar es si nos tomamos el tiempo de deleitarnos en El, que estar con Dios sea tu placer, tu delicia, tu gozo; cuanto tiempo a pasado en que no te has tomado un tiempo así con Dios, no es cierto que las urgencias de esta vida nos han privado de estas experiencias; corremos, corremos y corremos, pero a Dios no le agrada esto, a Dios no le agrada que no tengas tiempo para El, creemos acaso que somos solo nosotros lo que le necesitamos a El? pues no; El también nos necesita a nosotros, y mira lo que dice que sucederá cuando empieces a apartar un momento en tu vida para deleitarte en El, dice: te haré subir sobre las alturas de la tierra, quiere decir te pondré en lo alto, ¿cuales eran los castillos o fortaleza mas difícil de ocupar? eran aquellas que estaban construida en las alturas en lo alto de la montañas, así que Dios te promete seguridad, y continua diciendo te daré a comer la heredad de Jacob tu padre, y eso nos habla de riqueza, prosperidad, dominio y todo lo que Jacob experimento y recibió de Dios, su herencia es mi herencia solo por deleitarme en Jehová .
el Salmo 37.4 dice deleitate asimismo en Jehová y el te concederá las peticiones de tu corazón
Aun mas claro es en este pasaje que el echo de deleitarnos en Jehová redundara en bendiciones para nuestra vida...! concederá las peticiones de tu corazón¡, te dará lo que que tu corazón anhela, si el ha de ser tu deleite tu tiempo con el debe ser tal en tiempo y calidad que le llegues a conocer, que puedas escucharle, que puedas experimentar como el se transforma en tu todo.
De Edith Rivadero Pedraza ( mi esposa)